Autoconocimiento para emprender

El papel fundamental del autoconocimiento para emprender con éxito

El autoconocimiento juega un papel fundamental para emprender. Es comprender nuestros propios puntos fuertes, debilidades y motivaciones para establecer objetivos realistas o desarrollar un plan de acción eficaz.  

¿Qué relación tiene el autoconocimiento para una actitud emprendedora?

Las personas que han hecho grandes cosas en la historia, la primera pregunta que se hacen es: ¿Puede una persona como yo, ser capaz de hacer esto bien? En otras palabras, el autoconocimiento tiene mucho que ver con cómo nos vemos a nosotros mismos como individuos y empresarios.

Necesitamos conocer nuestras capacidades, fortalezas, debilidades y áreas de mejoras. Si no las conocemos, ¿cómo podemos adquirir un concepto de las cualidades, defectos, limitaciones y miedos para estar conscientes de nuestras capacidades de mejoras? que nos lleve a una actitud emprendedora.

Etapas del proceso del autoconocimiento para emprender

La autoconsciencia: es el primer paso para emprender, percibirse a sí mismo como un individuo con características y rasgos diferenciados. 

  • Sé quién soy
  • Sé lo que quiero

La autoevaluación: es el segundo paso importante en el crecimiento personal, es una etapa muy crucial del autoconocimiento, especialmente cuando se trata de emprendimiento. Si es de los que constantemente teme fracasar, puede deberse a que no se ha autoevaluado lo suficiente.

Cuánto más se conozca a sí mismo, mejor podrá desempeñarse y crecer. Identifica tus valores y objetivos.  Si es un emprendedor debe comprender qué lo motiva y qué lo impulsa. ¿Cuáles son las cualidades que me hacen exitoso? Debe ser consciente de sus deficiencias y las áreas en las que necesita mejorar para lograr el éxito.

Detectando las debilidades, podrá conocer las áreas en las que no ha podido lograr lo que quería hacer. Las debilidades son las áreas en las que necesita enfocarse para mejorar. Es así como sabrá, de lo que es capaz de hacer y de lo que puede lograr.

  • Me gusta hacer lo que hago
  • Me siento feliz

El emprendimiento en la sociedad actual.

Es posible obtener una vida con sentido y satisfacción material al mismo tiempo, cuando usa su conocimiento y experiencia (en cualquier tema), para ayudar a otros a tener éxito. Es la mejor manera de cambiar al mundo. Al hacerlo, puede resolver sus propios problemas de crecimiento y sustento. Esta es la base de todo emprendimiento.

El único problema con este enfoque es qué, la persona requiere que dé el primer paso, lo cual es difícil de hacer cuando no está seguro de sí mismo. 

El autoconocimiento te ayuda a entender cómo adoptar nuevas prácticas de negocios con la autoevaluación y así lograr un éxito duradero en tus transacciones comerciales.

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Los emprendedores deben ser “personas que siempre estén buscando el cambio, respondiendo al cambio y utilizando el cambio como una oportunidad”.

Por ello la importancia del auto reconocimiento de nuestras acciones, actitudes y el entorno que nos rodea.

¿Qué es un emprendedor?

Cuando pensamos en negocios, no debemos olvidar las características de los emprendedores. El emprendedor se puede definir como una persona comprometida con su negocio. Son personas responsables del éxito o fracaso de sus empresas. 

Por lo tanto, se puede decir que tanto las variables estructurales que predicen el desempeño comercial de un negocio, como los comportamientos de desempeño empresarial dependen de la filosofía y la intención estratégica de los gerentes y empleados.

En otras palabras, el éxito o el fracaso de la gestión empresarial proviene del espíritu empresarial y la combinación de este espíritu con la voluntad.

Además de eso, debe tener el valor de asumir riesgos, desarrollar nuevas ideas y tomar decisiones audaces. Habilidades determinantes para ser un buen líder, que comienza con los hábitos del autodescubrimiento y autoconsciencia en la vida, ambos procesos forman parte del “conocerse a uno mismos”.

¿Qué es el espíritu empresarial?

El espíritu empresarial es una forma de vida que utiliza los recursos disponibles para lograr un resultado específico. En la literatura, el término emprendedor se usa a menudo para referirse a aquellas personas que tienen interés en iniciar su propio negocio, pero el espíritu empresarial está presente en todas estas personas quienes se nutren a través del aprendizaje y la experiencia. 

Por lo tanto, el autoconocimiento ayuda a los emprendedores a evaluar la situación, reconocer qué necesitan cambiar y encontrar una solución al problema con espíritu de desafió e innovación dando la seguridad necesaria para emprender.

Objetivo del autoconocimiento para emprender

Si busca conocimiento en un diccionario, la mayor parte se define como hechos, información y habilidades que una persona ha adquirido a través de la experiencia o la educación. Es posible aclarar el objetivo de iniciar un negocio con la superposición de habilidades y competencias.

Conociendo tus habilidades conoces donde están tus principales competencias y comprender tus principales competencias, es poder beneficiar tu negocio o futuro emprendimiento. Este es el objejetivo del autoconocimiento para emprender.

Si echas un vistazo al plan de negocios, verás que es un documento que muestra lo que quieres lograr mostrando tus objetivos, estrategias y finanzas. En la parte de objetivos es importante conocer las competencias que harán del negocio un diferenciador del resto.

En los tiempos modernos, lo que determina el éxito o el fracaso de una empresa es la voluntad y la moral de los gerentes y empleados para lograr sus objetivos, como el servicio y contribución a la sociedad; por ello es importante determinar las competencias empresariales de cada individuo.

Competencias empresariales

El espíritu empresarial son los valores únicos o la actitud empresarial de un emprendedor que surgen como una tarea clave a nivel individual, corporativo y nacional.  Schumpeter lo define como “el espíritu de desafío que puede asumir riesgos e incertidumbres para convertir oportunidades prometedoras en negocios”.

El emprendimiento no se limita a las empresas, sino a que las personas deban conocer sus cualidades esenciales para mejorarlas y determinar las competencias que los hacen únicos:

1. Competencias de creación de valor.

Ser capaz de explorar para aprovechar nuevas oportunidades en el futuro, interesándose por el problema a resolver, descubriendo conocimientos relevantes y creando alternativas con una orientación de valor social, innovador y con la agilidad para cambiar.

Orientación de valor social: es posible crear valor utilizando conocimientos relevantes con el interés de resolver problemas sociales

Innovador: capaz de presentar alternativas valiosas para resolver el problema de una manera nueva y creativa.

Agilidad para cambiar: debe tener la capacidad de descubrir oportunidades y responder rápidamente a los cambios externos.

2. Competencias de desafío.

Para administrar el valor y el riesgo de nuevas oportunidades debe tener:

Capacidad de asumir riesgo: capaz de asumir un cierto nivel de riesgo y asumir desafíos teniendo en cuenta el valor y el riesgo que ofrecen las nuevas oportunidades.

Orientación al logro: capaz de establecer los niveles más altos de objetivos y hacer todo lo posible para alcanzarlos.

Resiliencia: ser capaz de empezar de nuevo para lograr los objetivos originales sin frustrarse con el fracaso.

3. Competencias auto dirigidas:

Es posible establecer metas para crear nuevos valores, planificar, controlar y esforzarse continuamente para alcanzarlas.

Paciencia: persistir en el logro de metas sin darse por vencido.

Autonomía: asumir la responsabilidad de los resultados, ser capaz de establecer metas y principios por sí mismos, son algunas de las cosas que se pueden hacer.

Competencias de autogestión: capaz de controlar su comportamiento, de acuerdo con principios establecidos y ejercitar la capacidad de autorregulación emocional.

4. Creatividad grupal

Poder comunicarse con los demás con pensamientos flexibles, obtener apoyo y ayuda de los demás, maximizar la capacidad del grupo para lograr objetivos comunes.

Cooperación: ayudándose unos a otros y trabajando juntos para crear nuevos valores y capaces de compartir objetivos.

Toma de decisiones conjuntas: respetar las diferentes opiniones, comparar y analizar para encontrar mejores soluciones.

Capacidad de vinculación de recursos: la capacidad de descubrir y movilizar eficientemente los recursos humanos, materiales técnicos y de información, necesarios para alcanzar los objetivos.

Además de las competencias individuales, la percepción formada por la influencia del entorno sociocultural y la percepción formada por la influencia de las personas, también son factores importantes que influyen en el comportamiento empresarial.

Ante una sociedad que requiere la capacidad de ser pioneros de forma creativa para hacer frente a los tiempos y circunstancias, el espíritu empresarial es una competencia central que se puede utilizar.

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