Propósito y propuesta de valor ¿cuál es exactamente la diferencia entre ambos?. Averiguar el propósito de tu vida y tu propuesta de valor, puede ser un ejercicio interesante para conocer qué quieres hacer con tu vida. También, puede ser una herramienta útil para comunicar tus objetivos y ambiciones a los demás, a través de una filosofía de liderazgo personal.
Filosofía de liderazgo personal
Sin saberlo, las personas influyen en los demás a través de sus acciones, emociones y estilos de vida. Muchas personas a nuestro alrededor nos dan ejemplos y nosotros debemos hacer lo mismo. Ganar seguidores sin buscarlos, a esto se le llama: liderazgo personal.
Y si, adicional a ello, creas tu propia filosofía, no te dejarás influenciar por las expectativas de los demás, porque has tenido la capacidad de descubrir lo que te motiva y comprender, lo que realmente te inspira desde el interior.
Cuando desarrollas una filosofía de liderazgo personal desde el autoconocimiento, puedes con una visión dicotómica, alinear con tus valores la forma de lograr tus objetivos. Encontrar tu “verdadero liderazgo yo” es llegar a ser auténtico en tus actos y consciente de tí mismo, especialmente cuando se interactúa con los demás.
Cuando no nos entendemos a nosotros mismos y no logramos como individuos conocernos, no podemos liderar a otros de manera efectiva. No olviden que todos estamos en posiciones de liderazgo todos los días, asumirlo con responsabilidad es nuestro reto.
¿Qué legado quieres dejar en tu vida?
Cada uno de nosotros con el paso del tiempo, creamos nuestra misión personal y profesional en la vida. En mi caso, las acciones aprendidas de aquellos que con su ejemplo y aliento, lograron mi admiración y respeto, hicieron que yo fuera creando una filosofía de vida personal, para poder compartirlo con familiares, amigos y colegas. Sin darme cuenta, desarrolle mi propia filosofía de liderazgo personal “Aprender para ayudar a los demás”.
Un legado de vida, es la misión que te has propuesto para conseguir tus sueños. Lo que quieres llegar hacer para contribuir o lograr algo, de acuerdo a tus metas y valores de vida. Es responder a la pregunta ¿por qué existo?. Es encontrar tu propósito de vida, es la declaración de tu misión en la vida, la parte filosófica de como deseas que te recuerden.
Vive de acuerdo a tu propósito
Podemos diseñar nuestras propias vidas en lugar de vivirlas como nos son dadas. Lo primero que debes hacer es ver dónde estás y luego lo que quieres conseguir. Esto lo puedes definir a través de metas personales, imaginando lo que quieres en la vida. La gente siempre tiene que empezar algo con un fin en la mente.
Todo tiene un comienzo y eventualmente tiene un final. Es necesario definir el resultado deseado y establecer estándares sobre lo que es importante y lo que no es importante en la vida. Esto lo consigues a través de la comprensión del significado y el propósito de tu vida.
Un individuo que se conoce a sí mismo, se comporta de acuerdo con sus pensamientos, sentimientos y valores internos, tanto en sus experiencias personales como profesionales.
¿Qué es una Propuesta de Valor?
La propuesta de valor es la razón, es el ¿para qué? de toda acción. Ejemplo: ¿para qué me alimento? ¿para qué hago ejercicio?. Cuando tienes una visión clara de tus objetivos, puedes ir moldeando tu vida hacia un plan de vida y vivir según lo diseñado, para medir las consecuencias y conseguir un resultado eficaz. Los resultados no son más que los efectos o consecuencia de una acción o proceso.
Responder el ¿Para qué?, debe llevarte a la solución de un problema o necesidad. Ejemplo: Mi propósito de vida es “Aprender para ayudar a los demás” Mi visión es “Compartir lo aprendido”. ¿Para qué? “Para aportar al crecimiento personal y profesional de las personas”.
Nada está escrito en piedra, lo importante es que apuntes hacia algo y darle prioridad. Con el tiempo, si te das cuenta que ese no es el camino, puedes volver a empezar. Por ello la importancia de escribir sobre tus objetivos de vida y dejar claro tu misión. Puedes iniciar con una lista de deseos.
John Goddard, conferencista estadounidense, a sus 15 años (1940), un amigo de su papá le dijo que se arrepentía de no haber hecho las cosas que quería cuando tenía su edad, esas palabras le hicieron reaccionar. Fueron palabras que quedaron en su mente, y comenzó a escribir las cosas que iba hacer antes de morir. A sus 15 años empezó a escribir una lista de 127 deseos (objetivos) y ya para 1972 había cumplido 114 de ellas.
Siguió incluyendo más deseos a la lista, para él, el tiempo jugaba un factor importante, decía que para cumplir sus deseos era importante “tomar el control de la vida y hacer que sea realmente importante y darle significado. Esto significa no tener miedo y esforzarse”.
Visión Dicotómica
Como compartimos en uno de nuestros blogs, la visión dicotómica es la tendencia de clasificar las experiencias externas, bueno o malo, perfecto o imperfecto, etc. En el caso de las experiencias personales o profesionales sobre el tipo de liderazgo que deseamos exteriorizar, las acciones provienen de una sola fuente, provienen de tí.
Cuándo tienes una filosofía de liderazgo personal, nuestras acciones están condicionas a nuestra propuesta de valor, a la razón del ¿Por qué existimos? y si nuestra propuesta de valor es “Aportar al crecimiento personal y profesional de las personas”, sólo habría que cambiar la palabra personas por “clientes” o “colegas” en nuestra vida laboral.
Hay dos experiencias diferentes, pero se difumina en una sola visión. Es por ello que mi proposito de vida profesional es: “Asesorar a mis clientes para que encuentren, un producto de valor a sus necesidades financieras, con el objetivo de verlos crecer”
Un individuo que se conoce a sí mismo, se comporta de acuerdo con sus pensamientos, sentimientos y valores internos, tanto en sus experiencias personales como profesionales.
¿Por qué es importante definir una propuesta de valor en un emprendimiento?
La propuesta de valor en un negocio es parte esencial de toda estrategia comercial. Sin ella, no podremos inspirar a una comunidad. Debe ser única y deduce que te diferencias de los demás a través de ella para entregarles una propuesta única de ventas (PUV).
Es muy común que las personas confundan la propuesta de valor con un precio o una estrategia de marketing. Sin embargo, son dos cosas diferentes. Una propuesta de valor es el mensaje que una empresa quiere enviar a sus clientes y prospectos.
Una propuesta de valor tiene una definición clara, lo que nos permite entender lo que representa nuestro negocio. Nos dice lo que representamos como empresa. La propuesta de valor es la forma en que deseas que tus clientes te perciban.
Valora tus fortalezas y debilidades
Recuerda que no todo está escrito en piedra, para conocer tus fortalezas puedes hacerte la pregunta ¿En qué somos buenos? y en las debilidades ¿Qué podemos hacer mejor?. Una persona con una filosofía de liderazgo, ya tiene conocimiento de estos puntos y tiene una visión clara de su:
-Público Objetivo -Competidores -El problema que desea solucionar -Y se proyecta como una persona auténtica (humana)
Una vez sepas que decir, encontrarás a quién decirle y el cómo hacerlo. Abrirás tu propio camino con un fin, entenderás cuál es el problema que quieres resolver y tus esfuerzos estarán dirigidos a qué lo que vendas, no lo compren por lo qué es, sino por lo que significa (Propuesta Única de Venta).
Podemos concluir que tu propósito de vida es una gran meta por la que estás trabajando. Es la ambición general que ayudará a mantenerte enfocado cuando las cosas se pongan difíciles y guiará todas tus decisiones menores. Y tu propuesta de valor, por otra parte, es lo que tienes que ofrecer al mundo. Es lo que tu aportas y de lo que otros pueden beneficiarse.