Un pensador realista es alguien que adopta una visión equilibrada y objetiva de la vida

Convertir los pensamientos negativos en positivos: por qué no siempre es una buena idea

Ser realista…¿Quién dijo que convertir los pensamientos negativos a positivos siempre es buena idea? Todos tenemos pensamientos negativos de vez en cuando. Sí, incluso aquellos que parecen irradiar pura luz y positividad en sus redes sociales. Y saben qué, eso está bien. No hay nada de malo en ello. ¿Por qué? Porque ser pesimista y tener pensamientos negativos no son lo mismo.

¿Eres un pesimista o solo un pensador realista?

Se me hace difícil estar en una conversación de personas full mente positiva, no puedo dejar de ver dentro del positivismo puntos que no coinciden con lo que hablan cuando nos volcamos a la realidad y por más que quiero quedarme callada, no puedo.

Mi primera vez fue cuando llevaba 5 años de casada y me reuní con un grupo de amigas que aún no se habían casado, yo ya tenía un hijo en espera del segundo, cuándo las escuchaba hablar sobre el nuevo mundo que estaban por vivir como madre y esposas, pues no me pude contener y al final me dijeron “Ay pero que pesimistas eres”, hoy me encuentro con esas mismas personas y me dicen: Te quedaste corta…y quedamos riéndonos.

Si bien el optimismo puede ofrecer consuelo y motivación, una perspectiva negativa realista puede proporcionar una comprensión fundamentada del mundo, permitiendo un enfoque más equilibrado e informado para la toma de decisiones y la resolución de problemas. Entonces, ¿eres pesimista o simplemente un pensador realista? Puede ser una pregunta que valga la pena reflexionar mientras navegamos por las complejidades de nuestra evolución consciente.

¿Qué es un pensador realista?

Un pensador realista es alguien que adopta una visión equilibrada y objetiva de la vida. A diferencia de un pesimista, que tiende a enfocarse exclusivamente en lo negativo, o de un optimista, que tiende a ver solo lo positivo, un pensador realista reconoce tanto los aspectos positivos como los negativos de una situación.

Aquí hay una verdad incómoda: a veces, esos pensamientos negativos pueden ser bastante útiles. Sí, lo has oído bien. Pueden actuar como señales de alarma, indicándonos áreas de nuestra vida que podrían necesitar un poco de atención. Por ejemplo, si tienes un pensamiento negativo sobre un proyecto en el trabajo, podría ser una señal de que necesitas revisar tu enfoque o pedir ayuda si es necesario.

. Después de todo, la única manera de avanzar verdaderamente es actuando y no dejando que nuestras emociones nos detengan.

Los pensadores realistas son capaces de enfrentar los desafíos y obstáculos con una mentalidad práctica y sensata.

No niegan la realidad ni se dejan llevar por fantasías irreales, sino que buscan soluciones prácticas y efectivas para los problemas que enfrentan

La diferencia clave aquí radica en cómo manejamos esos pensamientos negativos. Ser pesimista es aferrarse a ellos, dejar que definan nuestra perspectiva y nuestra vida en general. Pero, ¿y si en lugar de eso los enfrentamos con valentía?

¿Por qué no siempre es una buena idea convertir los pensamientos negativos en positivos?

Imagina que estás pasando por un momento difícil en tu vida. Tal vez enfrentas desafíos en el trabajo, problemas en tus relaciones personales o simplemente te sientes abrumado por el estrés diario. En un intento por mantener una actitud positiva, te dices a ti mismo: “Debo ser positivo, debo ser positivo”.

Pero entonces, un pensamiento negativo se cuela en tu mente. Tal vez piensas que no eres lo suficientemente bueno, que las cosas nunca mejorarán o que estás destinado al fracaso. En lugar de permitirte sentir y procesar este pensamiento, te esfuerzas por reconvertirlo en uno positivo de inmediato. Ahí está el problema…

Forzar la positividad puede ser contraproducente. Ignorar o reprimir tus emociones negativas no las hace desaparecer; simplemente las guarda debajo de la superficie, donde pueden crecer y manifestarse de formas más perjudiciales.

Reconocer y aceptar los pensamientos negativos

En lugar de tratar de convertir cada pensamiento negativo en uno positivo de manera forzada, es importante adoptar un enfoque más realista hacia nuestras emociones y pensamientos. Esto implica permitirnos sentir y reconocer nuestras emociones negativas sin juzgarlas ni reprimirlas. Busca soluciones, en lugar de insistir en las emociones negativas, usémoslas como catalizadores para el cambio.

En un mundo donde se valora mucho la positividad y el optimismo, puede resultar tentador dejar de lado nuestros problemas y centrarnos únicamente en las cosas buenas de la vida. Sin embargo, esta mentalidad de pensar constantemente en positivo a menudo puede conducirnos al autoengaño y a evitar las causas fundamentales de nuestros problemas.

Es importante reconocer que ignorar nuestros problemas no los hará desaparecer y, en cambio, debemos buscar activamente soluciones y abordarlos de frente. Esto es especialmente cierto cuando se trata de problemas y desafíos personales, ya que pueden afectar en gran medida nuestra vida diaria y nuestro bienestar general.

La verdadera transformación comienza con un simple paso adelante. Se trata de comprometernos con nosotros mismos y con nuestro crecimiento, y luego tomar las medidas necesarias para hacer realidad ese compromiso.

Ya sea aprender una nueva habilidad, perseguir una pasión o tomar decisiones más saludables, son las acciones consistentes e intencionales las que nos llevan hacia la evolución que buscamos.

Entonces, reconozcamos y aceptemos los pensamientos negativos y transformémosla con el poder de la acción, entendiendo que es a través de nuestras acciones que damos forma a nuestra realidad y creamos la evolución consciente que deseamos.

Así que, la próxima vez que tengas un pensamiento negativo, no lo rechaces de inmediato como si fuera un villano en tu película de vida. En su lugar, míralo como a un personaje secundario que tiene algo que decir. Escúchalo, reflexiona sobre él y luego decide qué hacer.

Por supuesto, no estoy diciendo que nos convirtamos en maestros del pensamiento negativo. No, eso sería como vivir en un perpetuo estado de nubes grises. Pero aceptar que es normal tener esos momentos de incertidumbre que te llene de negativismo nos hace humanos, nos hace reales. Ser realista es difícil de ser cuando quieres enfrentar algún problema.

Al charlar con ciertos amigos, a menudo me alientan a adoptar una mentalidad positiva. A veces parece que esperan que solo con esas palabras mágicas se produzca un cambio drástico en mi vida.

Sin embargo, considero que cuando comparto mis experiencias y esta es recibida como algo significativo, tal vez ese pueda generar una reflexión en la otra persona, sin amenazar el positivismo diario que nos impulsa hacia algún objetivo. Quién sabe, quizás ese pensamiento ayude a evitar futuras sorpresas desagradables.

El único consejo que puedo darte es que no te asustes de los pensamientos negativos, ni tampoco creas que todo se tornará de color de rosa solo con pensamientos positivos. Si bien puede parecer fácil caer en una mentalidad negativa y dejar que nuestras emociones nos controlen, al final del día, es más beneficioso tomar acción y buscar soluciones a lo que te preocupa en lugar de simplemente intentar convertirlo en algo positivo.

Entonces, en lugar de insistir en las emociones negativas, usémoslas como catalizadores para el cambio y tomemos medidas para lograr un futuro más positivo y pleno. Después de todo, la única manera de avanzar verdaderamente es actuando y no dejando que nuestras emociones nos detengan.

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