Una vida plena es fácil de lograr, pero no es sencillo; requiere esfuerzo para lograrlo. Es importante tener en cuenta que, la definición de una vida plena puede ser diferente para cada individuo, ya que cada persona tiene sus propias aspiraciones, intereses y circunstancias únicas.
¿Qué es una vida plena?
El concepto de una vida plena puede variar según las perspectivas y valores individuales de cada persona, pero en general, se refiere a una existencia en la que se experimenta un sentido de satisfacción, bienestar y realización personal.
Mantener una vida plena requiere una mente equilibrada. Solo así, tus emociones podrán encontrar la paz; los medios por los cuales encontrarás el camino correcto… Serán tus decisiones.
Pueden existir infinitas soluciones para un problema, pero encontrar la respuesta correcta solo se logra, una vez que entiendas lo que te hace feliz para vivir tu propia vida.
Por lo que, la vida es como una cuerda floja y nosotros tenemos que mantener el equilibrio. Vivir la vida significa, ir por caminos nuevos cada día, significa enfrentar la realidad que llega a tí cada día.
Algunos elementos que suelen estar asociados a una vida plena
Propósito y significado: sentir que se tiene un propósito en la vida y que se está trabajando hacia metas significativas.
Relaciones saludables: mantener conexiones afectivas y gratificantes con otras personas, como amigos, familiares y seres queridos.
Salud física y emocional: cuidar el cuerpo y la mente, adoptando hábitos saludables y buscar bienestar emocional.
Crecimiento personal: buscar el desarrollo personal y el aprendizaje continuo, explorando nuevas experiencias y desafiando las propias habilidades.
Gratitud y apreciación: reconocer y valorar las cosas positivas de la vida, cultivar la gratitud y la capacidad de disfrutar los momentos presentes.
Equilibrio y autenticidad: encontrar un equilibrio entre las diferentes áreas de la vida y vivir de acuerdo con los valores y creencias personales.
¿Por qué el equilibrio es importante en nuestra vida?
Cuando una persona está pasando por una crisis, se pierde por completo y empieza a dejar de lado el sentido común. En los procesos de cambios en cualquier etapa de la vida, a menudo, nos convertimos en nuestros peores enemigos.
Es ahí, donde empiezas a demostrar tu destreza como acróbata. En lugar de criticarte, mejor es cuestionarte: ¿Por qué y Para qué? y así empezar a caminar sobre tus propias opiniones. No encontrarás la respuesta que buscas en cualquier parte de este mundo, sino en tu interior.
La vida es una serie de decisiones, habrá momentos en que las cosas no salgan tan bien como lo esperamos, pero al menos, no dejes de preguntarte, el ¿Por qué y Para qué vivimos? cuando enfrentes esos momentos. Te dará seguridad sobre la próxima elección. En el momento que haces eso, vives enamorado de lo que haces y sigues avanzando.
Si nos rendimos a esas preguntas, será difícil encontrar el equilibrio que te llevará a una vida plena.
Es necesario esforzarnos para encontrar el equilibrio
Una vida plena implica encontrar un equilibrio y armonía en diferentes aspectos de la vida, como las relaciones personales, el trabajo, la salud, el crecimiento personal y el disfrute de actividades que generen felicidad.
Pero no es fácil. Nuestro cerebro opera a través de procesos inconscientes. Esta acción rápida de la mente a menudo se deriva de prejuicios, actitudes restrictivas y reglas rígidas que nos empujan a los extremos.
Un buen acróbata mantiene la razón fría. Da un paso a la vez y asume toda la responsabilidad por sí mismo, prestando atención al entorno y manteniendo una mirada objetiva.
Tener una vida plena no es fácil, pero sí es simple. En realidad, es mucho más simple de lo que parece. Lo que pasa es que requiere esfuerzo y se logra con el aprendizaje. No son las opiniones de otras personas las que te harán ser tú mismo. Son tus propias decisiones las que te hacen quién eres.
Algunos pasos para obtener pensamientos equilibrados
Experimentar el amor, cuidar nuestros cuerpos, comportarnos mejor en nuestro trabajo y relaciones, administrar el dinero, tener una relación con Dios y más… es una vida llena de libertad, virtudes, templanza, significado y propósito.
En algún artículo leí que: “No existe un equilibrio perfecto. Sólo existe nuestra conciencia y esfuerzo para encontrar el equilibrio”. Un esfuerzo consciente para encontrar ese equilibrio es absolutamente necesario.
La mentalidad que elijas será el de traer una gran diferencia en el resultado. Dando un paso a la vez , que sirva en alguna medida, para re enfocar tu camino hacia una vida plena, aquí algunos de esos pasos:
Sensación de seguridad: piensa en las cosas que puedes controlar. Si no puedes controlarlo, no puedes cambiarlo. “La felicidad no es cuestión de intensidad, sino de equilibrio, orden, ritmo y armonía.” Thomas Merton
No asumas: Debes tener cuidado de no juzgar a los demás. Una evaluación rápida, puede hacer que las cosas vayan un poco más rápidas, pero el riesgo de cometer errores también es alto. Tienes que preguntarte ¿Por qué están haciendo esto? y ponerte en los zapatos de los demás.
Detén el comportamiento autodestructivo: puedes mejorar tu autoestima y confianza respetándote a ti mismo. Elógiate más y sé amable contigo mismo, verás surgir un nuevo camino.
Reconoce la incertidumbre: todo el mundo tiene miedo de los caminos desconocidos. Una mentalidad equilibrada te permite tolerar la incertidumbre. Por lo general, el miedo te hace pensar, que cosas malas pueden suceder en el futuro, pero también, suele ser el motor para avanzar, si encuentras pensamientos equilibrados.
Debes aprender a ver la realidad tal como es: no te obsesiones demasiado con la esperanza. Es bueno admitir un poco más, tal y como son las cosas y aprender la humildad. Se trata de no comparar tu vida con el de los demás, sino de la elección que hagas.
Confía más en los demás: no debes rechazar a alguien solo porque tiene una forma de pensar diferente a la tuya. No debes sentirte superior o inferior a los demás. Aprende a aceptarlo, y trata de olvidar los sentimientos del pasado.
Amar es amar las diferencias: el amor ayuda a equilibrar nuestros impulsos internos y externos. Los planes futuros que compartimos son el resultado de nuestros impulsos. La comprensión y la aceptación son lo que los une.
Lograr el equilibrio ideal puede parecer desalentador. Todos somos diferentes, y la idea de cada persona sobre el equilibrio perfecto, puede ser diferente de la de otra persona. Inicia con una mentalidad tranquila y equilibrada, esforzándote cada día en darle sentido a toda esta experiencia.
